Entrevista: «El respeto por los tiempos y ritmos de los niños»

Los niños necesitan desarrollarse a su propio tiempo y ritmo, aspecto clave para crecer saludablemente. Entre Mamás y Papás presenta «El respeto por los tiempos y ritmos de los niños», entrevista muy recomendable para padres de familia, educadores y todas aquellas personas que tienen en sus manos el cuidado y bienestar de niños y niñas. En ella, la educadora y especialista en desarrollo infantil, Rosario Rivero, comparte con nosotros profundas reflexiones sobre un tema de vital importancia, que necesita estar presente en la agenda de todos los adultos involucrados de una u otra manera con la infancia.

En las líneas siguientes encontrarán la síntesis profesional de Rosario Rivero.

«Soy Rosario Rivero, peruana, hija de educadores, seguramente por eso la educación, la infancia y el trabajo con los adultos que se ocupan de ella me han apasionado desde siempre. Me formé como educadora de párvulos en Chile y gracias a los niños que se movían demasiado o aquellos que se salían de la norma me formé como psicopedagoga para tratar de comprenderlos, sin embargo, me di cuenta que me prepararon para ver el problema, la falta y lo que deberían lograr para ser «normales». Nuevamente estos niños mal llamados difíciles a quienes reconozco como grandes maestros me hicieron seguir buscando hasta encontrar la Práctica Psicomotriz y con ella la Atención Temprana del Desarrollo Infantil, formaciones que realicé en Argentina y Europa y de las que agradezco la posibilidad de abrirme al mundo de los bebés y los niños con otros ojos, valorando sus iniciativas, agradeciendo a la vida lo que implica acompañar a un ser en desarrollo. Tengo junto a mi esposo Ricardo Villarreal un centro que se llama Epaní – Espacio para la niñez – desde allí generamos espacios de reflexión y aprendizaje con los niños, sus familias, con otros profesionales e instituciones tanto públicas como privadas buscando formas para encontrarnos y acompañar a la infancia de la mejor manera posible. Soy mamá de tres bellos hijos de los que aprendo cada día.»